sábado, 2 de febrero de 2013

Mi crítica de: DJANGO UNCHAINED

Inauguro con esta mi pequeña sección de críticas cinematográficas pedantes. Las reglas que me autoimpongo son las siguientes:
Primero, que se trate de una película de la que haya disfrutado en una sala de cine recientemente y, a poder ser, en versión original.
Segundo, ser lo más escueto, conciso y directo posible.
Tercero, no tener ningún miedo de ser pedante, relamido y retorcido. 
Cuarto, obligado por Isa, mi compañera de piso, me veo en la situación de darle una subsección en la que ella complementará mis críticas con sus agudos comentarios, si es que también ha visto la película.
Es un experimento que me apetecía probar. Así me fuerzo a ir más al cine, una de mis pasiones, que casi tenía olvidada. Precisamente por eso me obligo a escribir tan solo de películas que vea en sala, así me cubro las espaldas por si vuelvo a dejar de escribir por aquí. Veremos en qué acaba.





Demostrando que ya no es necesaria la ruptura del tiempo narrativo para causar impresión como en sus dos primeras películas. Dejando claro que los juegos dialécticos de la tercera estaban ahí como un experimento que ha terminado por dar sus resultados. Habiendo aprendido que el gore de la cuarta y la quinta (las que en realidad eran una) no tiene por qué ser solo paródico desplegando así todo su potencial. Redimiéndose de la sexta habiendo entendido cómo hacer que lo que es interesante para él lo sea también para sus espectadores. Dando un golpe sobre la mesa para aclarar que la séptima no era ni mucho menos todo lo que tenia que decir.

Ya no hace falta meter la cámara en el maletero. La firma de la casa por fin se diluye para estar más presente que nunca en cada detalle, en cada plano, en cada diálogo, en cada chorro de sangre. La madurez del enfant terrible. Ese regusto a diversión que no desmerece la profundidad que todo buen cine debería tener. Ni rastro de la supuesta falta de respeto de la que hablaban. Solo entretenmiento de calidad y buen hacer.

Decía Aldo Raine al final de Inglorious Basterds, y estoy parafraseando, que puede que esta fuera su obra maestra. Miraba al espectador, miraba al final de la película y miraba, por tanto, al principio de la siguiente. Eran palabras proféticas.



Y ahora la crítica de Isa:
"Prfffffff qué guay Django, qué guay, ¿eh?"

9 comentarios:

  1. Guau! Una nueva publicación. Mola!!
    Entonces... Django recomendada, no, Mr. Pedante? :D

    ResponderEliminar
  2. Una hostia te daba por párrafo. Pero bueno, que la peli está bien, sí. (Soy más partidario de las críticas de Isa).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si no fuera por los párrafos, no podría haber crítica de Isa.

      Eliminar
    2. Sí podría. Sería el cartel de la peli y debajo "pues está bien, sí".

      Eliminar
  3. Narrativamente irregular en cuanto la propuesta formal se automipone a sus propiso planteamientos... Estooo, quiero decir, que sí, que una pasada pero irregular, que tiene momentos en que se le va de las manos. Bastardos sigue siendo su obra cumbre.

    Y le pediría matriomnio a Christoph Waltz si no fuera porque soy hetero (y lo supercelosa que es Olivia Thrilby, que me mataría si se enterara).

    ResponderEliminar